No recuerdo cuándo fue la última vez que me masturbé pensando en ti, pero hoy, encerrado en la oscuridad de mi cuarto, decidí intentarlo nuevamente.
Pude evocar tu recuerdo por unos breves instantes, mientras mi pene adquiría mayor firmeza. Sin embargo, un millar de imágenes diversas comenzaron a anteponerse frente a tu imagen. Porciones de piel desnuda cubrían aquellas regiones tuyas que yo solo pude explorar por encima de la ropa, otorgándote todo tipo de atributos que vinieron a suplir a aquellos que desconozco.
Lo terrible fue que aquellas imágenes comenzaron también a cubrir tu rostro, tus manos, tus brazos, todo lo que intenté memorizar de ti pero que, al igual que un niño nervioso minutos antes de hacer un exámen, terminé olvidando por completo.
Al final, todos ésos pedazos de carne totalmente descontextualizados terminaron borrándote de la escena. Mi carne y yo somos débiles, así que no armé un escándalo y continué con la noble labor de autocomplacerme con el material del que mi mente pudo disponer.
Esperaba que tu rostro volviera tras el éxtasis del orgasmo y las contorsiones que aquél conlleva, pero no sé si lo estoy confundiendo con alguno salido de alguna película, una revista o de la vida real...
...no, de la vida real definitivamente no es...
Pude evocar tu recuerdo por unos breves instantes, mientras mi pene adquiría mayor firmeza. Sin embargo, un millar de imágenes diversas comenzaron a anteponerse frente a tu imagen. Porciones de piel desnuda cubrían aquellas regiones tuyas que yo solo pude explorar por encima de la ropa, otorgándote todo tipo de atributos que vinieron a suplir a aquellos que desconozco.
Lo terrible fue que aquellas imágenes comenzaron también a cubrir tu rostro, tus manos, tus brazos, todo lo que intenté memorizar de ti pero que, al igual que un niño nervioso minutos antes de hacer un exámen, terminé olvidando por completo.
Al final, todos ésos pedazos de carne totalmente descontextualizados terminaron borrándote de la escena. Mi carne y yo somos débiles, así que no armé un escándalo y continué con la noble labor de autocomplacerme con el material del que mi mente pudo disponer.
Esperaba que tu rostro volviera tras el éxtasis del orgasmo y las contorsiones que aquél conlleva, pero no sé si lo estoy confundiendo con alguno salido de alguna película, una revista o de la vida real...
...no, de la vida real definitivamente no es...
1 comentario:
que onda amigo, oye está d webos todo lo q haces y escribes... me deleito con tus páginas (apuntes de un rencoroso y fuera de contexto) no me queda mas que felicitarte y desearte que sigas adelante
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